Hoy os voy a contar una historia de una chica que siempre ha sido callada. Estaba viviendo su mejor fase y vida, aunque, en aquel entonces, no lo sabía.

 Ella aspiraba a más, entretanto, no se daba cuenta de que tenía una oportunidad de vida allí. Por más que fuera complicado, tenía las mejores notas, era inteligente. Era una chica de pocas palabras, pero lo que salía de su boca era muy preciso y acertado. Sabía defenderse cuando era necesario y tenía las mejores calidades.

 No era de hablar con muchas personas, pero cuando cogía confianza, ya no era aquella chica callada o sencilla. Se transformaba en su mejor versión, contaba lo que tenía en la cabeza, salían temas de conversación, le encantaba hacer fotos. Era mucho más ella misma y espontánea.

 Aunque decidió dejarlo todo atrás… sus amigos, la familia que quedaba, la iglesia, la oportunidad de hacer la universidad y mejores opciones de empleo.

 Ella decidió visitar otro país; a priori, era unas vacaciones con su madre que vivía allí. Entretanto, ella se quedó. No sabía que no debería tomar esta opción. No debería haber dejado su futuro programado en su país natal solo porque pensaba que sería mejor vivir en otro continente, aunque su madre estuviera a su lado.

 Con el pasar del tiempo, las amistades que tenía también se fueron deteriorando, perdió contacto con sus amigos de Brasil y su familia. Se aislando en ella misma.

 Ella se fue aislando cada vez más, perdiendo contacto incluso con amigos del país en que se encontraba. Ya no quería contar sobre su vida, responder las mismas preguntas de siempre o no tener nada que contar. Le daba vergüenza su vida, el querer avanzar y no poder.

 Tuvo un amor en la infancia que por muchos años no lo pudo superar. Encerró su corazón en el lugar más profundo de su ser, para que nadie pudiera romper lo que aún quedaba. Si es que quedaba algo allí.

 El miedo la dominó.

 Terminó controlando todas las áreas de su vida, bloqueándola cada vez más, hasta el punto de que ahora le cuesta hasta relacionarse con amistades y abrirse, quitándole muchas de las cualidades que la diferenciaban de los demás.

 Se quedó casi 10 años en un país que, desde el principio, le dio señales de que no la quería.
 Que no era su sitio. Aun así, era el lugar donde se sentía en casa.
 Ya que con el pasar de los años, se le quedó tarde el ‘volver’.
 Todos sus amigos ya habían hecho sus vidas, se graduaron en la universidad, tenían un trabajo estable,  

y muchos hasta su propia familia.

 Le fue afectando día tras día el no tener una carrera y una estabilidad financiera. Y la única forma de que no le afectara, aunque interiormente siempre lo hacía, era no pensarlo. Lo que intentaba era no evadir estos pensamientos.

 Ella quería ser legal en el país, tener la oportunidad de trabajar, estudiar una carrera y ser feliz. Ser libre para hacer amistades y tener cosas que contar. Tener sus propias cosas y no tener miedo al amor.

 Pero también, ¿cómo iba a dejar que alguien más entrara en su vida, si esta está hecha una basura?
 
 Los pensamientos de suicidio siempre la atormentaron en todos estos años, y la atormentan hasta ahora. Esto además fue lo que la motivó a empezar a escribir, intentando que estos sentimientos salieran hacia fuera y no la invadieran.

 Sería tan más fácil si solo la vida terminara.
 Sin tener que ser una preocupación para los demás.
 Si solo dejara de ser una carga.
 Es fácil jugar...
 Uno no sabe lo que el otro lleva dentro y lo que lucha constantemente.

 Lo siento.

 Siento por no tener fuerzas para ir tras mis sueños.
 Por estar cansada de que siempre me cierren la puerta.
 Por llevar un mundo dentro y no exteriorizarlo.

 Lo siento.

 Siento por ser una persona lenta y que no tiene la rapidez para entender las cosas.
 Siento por, aunque preste atención, no interiorizarlo o entenderlo.
 Siento por todas las amistades en las que fallé.
 Por distanciarme.
 Por no atender.

 Lo siento por no ser sincera y no decir lo que pienso.
 Siento por no pedir ayuda.
 Siento por no tener fuerzas para luchar.
 Lo siento por pensar en desistir.

 Al final, creo que, a excepción de algunas personas, no haría tanta falta.
 Tampoco es que hubiera hecho mucho.

- B.E.

Reflexiones sobre el Miedo y las Oportunidades Perdidas

(versión en Español ya que el traductor muchas veces no ayuda)

 ¿Por qué el miedo nos paraliza?

¿Por qué damos tanto poder al miedo?

Muchas veces perdemos oportunidades, aventuras, nuevas experiencias por causa de ese miedo que nos asombra siempre que algo nuevo surge o cuando estamos a punto de hacer algo en nuestras vidas.
El miedo nos hace perder tantas oportunidades que nunca sabremos cómo sería nuestra vida si lo hubiéramos enfrentado.

Aquel: “¿Y si esto no sale bien?”, “¿Y si...?” es lo peor que podemos pensar.
¿Y si? - ¡Qué el “y si” se vaya a la mierda!

¿Sabes qué es peor que esa palabra? Es, en el futuro, quedarte pensando en lo que podría haber pasado si hubieras intentado… “¿Y si hubiera hecho eso?”... “¿Y si hubiera aceptado la invitación?”, etc. Pues nunca lo sabremos, ya que la oportunidad pasó. Y perdí a otra persona que tal vez podría haber sido importante en mi vida. ¿Y si él solo tenía la intención de jugar conmigo? Bueno, eso sería un problema de carácter suyo, no mío.

Tal vez él fuera tan pensativo/problemático como yo, ya que tenemos un carácter muy parecido, y yo solo hice las cosas más difíciles en lugar de conversar y simplemente actuar extraña.

En fin, él es otra persona que perdí, pero que por el poco tiempo que estuvo, me enseñó mucho. Cosas que necesito mejorar, por ejemplo:

• No huir de conversaciones difíciles
• Ser sincera con lo que siento y pienso
• Contar más sobre mi vida y no tener miedo de decir las cosas
• Respetar mi intuición y mi propio tiempo
• Ser yo misma, sin tener miedo de lo que la otra persona va a pensar, simplemente ser; y si a la otra persona no le gusta, mejor, así evitamos desilusiones en el futuro.

Sin embargo, una cosa sí superé: en ningún momento actué como hacía en el pasado, simplemente dejando de hablar con la persona y sin tener ninguna responsabilidad afectiva. Aunque él hizo eso conmigo, al menos pude sentir por primera vez cómo es cuando alguien te hace eso, y es lo peor que puede pasar. Aún quería haber tenido una última conversación con él en persona para poder preguntarle por qué hizo eso, no para que me diera explicaciones, sino para entender el motivo. Hoy miro mi pasado y entiendo por qué yo hacía 'ghosting' a las personas, entonces quería intentar entender su lado también, pero eso no será posible.

En 2020, me prometí a mí misma que no dejaría de conversar con una persona por cualquier motivo y siempre intentaría resolver las cosas. Me tomó 4 años dejar que otra persona entrara en mi vida y puedo decir que al menos esa parte la cumplí. Siempre intentaba tener una última conversación, y no simplemente huir como siempre hacía. Ahora espero que no pasen otros 4 años hasta que conozca a otra persona… (jajaja - risas nerviosas)

El año aún no ha terminado, solo la mitad de él, pero esto es lo que he aprendido hasta ahora. Como podéis ver, siempre intento sacar el lado bueno de las cosas. Al final, lo que cuenta es seguir mejorando y madurando.

En fin, la próxima vez que el miedo venga, dile que se vaya "a freír espárragos".
Y si todavía tienes miedo, ¡ve con miedo!

- Bruna Emilly

Reflexões sobre o Medo e as Oportunidades Perdidas

Por que o medo nos paralisa?  

Por que damos tanto poder ao medo?

Muitas vezes perdemos oportunidades, aventuras, novas experiências por causa desse medo que nos assombra sempre que algo novo surge ou quando estamos prestes a fazer algo em nossas vidas.

O medo nos faz perder tantas oportunidades que nunca saberemos como seria nossa vida se o tivéssemos enfrentado.

Aquele: “E se isso não der certo?”, “E se...?” é o pior que podemos pensar.  

E se? - Que o “e se” se dane!

Sabe o que é pior do que essa palavra? É, no futuro, você ficar pensando no que poderia ter acontecido se tivesse tentado… “E se eu tivesse feito isso?”... “E se eu tivesse aceitado o convite?”, etc. Pois nunca saberemos, já que a oportunidade passou. E eu perdi outra pessoa que talvez poderia ter sido importante na minha vida. E se ele tivesse a intenção de só brincar comigo? Bom, isso seria um problema de caráter dele, não meu.  

Talvez ele fosse tão pensativo/problemático quanto eu, já que temos um caráter muito parecido, e eu só tornei as coisas mais difíceis em vez de conversar e apenas agir estranha. 

Enfim, ele é outra pessoa que perdi, mas que pelo pouco tempo que ficou, me ensinou muito. Coisas que preciso melhorar, por exemplo:

• A não fugir de conversas difíceis
• Ser sincera com o que sinto e penso
• Contar mais sobre minha vida e não ter medo de dizer as coisas
• Respeitar minha intuição e meu próprio tempo
• Ser eu mesma, sem ter medo do que a outra pessoa vai pensar, apenas ser; e se a outra pessoa não gostar, melhor, assim evitamos desilusões no futuro.

Porém, uma coisa eu superei: em nenhum momento agi como fazia no passado, simplesmente deixando de falar com a pessoa e não tendo nenhuma responsabilidade afetiva. Mesmo que ele tenha feito isso comigo, pelo menos pude sentir pela primeira vez como é quando alguém faz isso com você, e é o pior que pode acontecer. Eu ainda queria ter tido uma última conversa com ele pessoalmente para poder perguntar por que ele fez isso, não para me dar explicações, mas para entender o motivo. Hoje eu olho para o meu passado e entendo por que eu fazia 'ghosting' nas pessoas, então queria tentar entender o lado dele também, mas isso não será possível

Em 2020, prometi a mim mesma que não iria mais deixar de conversar com uma pessoa por qualquer motivo e sempre tentar resolver as coisas. Demorou 4 años para que eu deixasse outra pessoa entrar na minha vida e posso dizer que pelo menos essa parte eu cumpri. Sempre tentava ter uma última conversa, e não simplesmente fugir como sempre fazia. Agora espero que não passem outros 4 años até eu conhecer outra pessoa… (kkkkk - risos nervosos)

O año ainda não acabou, só a metade dele, mas foi isso que aprendi até agora. E como vocês podem ver, sempre tento tirar o lado bom das coisas. No final, o que importa é continuar melhorando e amadurecendo."

Enfim, da próxima vez que o medo vier, diga para ele ir "catar coquinho" (para ir embora).  

E se ainda tiver medo, vai com medo mesmo!

- Bruna Emilly